Me encantaría volver a nacer, poder disfrutar de las ilusiones que uno tiene cuando es pequeño. Disfrutar de la inocencia de aquellos momentos en los que nuestra mayor preocupación era el miedo a aburrirnos, aunque siempre encontrábamos algo que hacer.
Al principio nuestra gran aventura era hacer de exploradores en el patio del colegio, el cual, visto ahora, ni tiene tanto misterio, ni hay grandes aventuras, pero en nuestra imaginación estaban todas esas cosas, eran más reales que el propio bocadillo que nos daban. Y es que cuando uno es pequeño la imaginación es muy importante y nos ayuda a disfrutar de muchas cosas.
Podemos imaginar que luchamos con un gran dragón o imaginar que somos grandes magos, pero siempre pasándonoslo genial.
OJALÁ VOLVIERA A NACER
